19deSeptiembre2009
Todo estaba demasiado oscuro pero, por el solo motivo de que seguía agarrada de su mano, me sentía segura, protegida. Seguimos caminando en esa oscuridad, en ese silencio incesante, donde solo se escuchaba el retumbe de nuestros pasos. Justo antes de salir a la luz, el me dio un apretón en la mano, eso fue lo decisivo dimos un paso hacia la realidad.
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