Todo lo que buscaba por fin lo encontré, un susurro sobre mis labios, un desliz de miel. Un sueño sin final y una esperanza de poder imaginar, una mirada de cariño y un abrazo de amistad.
Tu supiste recitar las palabras justas, claras y sencillas que necesitaba escuchar, me faltaba el aliento que me supiste regalar. Me enseñaste que los silencios son algo más, que los puedo rellenar, con caricias, besos y abrazos todo se puede mejorar.
Me miraste en el momento indicado, me demostraste que te puedo amar, que puedo ser feliz, que vale la pena vivir, vivir a tu lado. Gracias.
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